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Mostrando las entradas de diciembre, 2025

“Dejá, ya fue”: la trampa dulce de la autoexplotación

 “Dejá, ya fue.” Esa frase que suena a paz, a soltar, a no discutir… es, muchas veces, la puerta de entrada a la autoexplotación. Nos convencemos de que si no lo hacemos nosotros, no lo hace nadie . Y ahí empieza la pendiente: tareas que no nos corresponden, funciones que nadie nos reconoce, responsabilidades que aceptamos casi por reflejo. ¿El resultado? Te pagan igual, pero trabajás el doble. Y encima agradecés. En una sociedad que repite que todes queremos ser “iguales”, se nos olvida decir iguales ¿a qué ? A un molde de productividad sin descanso, a una idea de sacrificio infinito que no contempla cuerpos, emociones, cuidados ni desigualdades. Un molde que, como decía Marx, nos aliena de lo que hacemos y de lo que somos. Y ojo. Detrás de muchas “buenas intenciones” se esconden lobos: jefes, instituciones, dinámicas laborales y sociales que necesitan corderitos obedientes, siempre dispuestos, siempre disponibles. Que te quieren gris, silencioso, funcional. Que celebran tu ent...

Del miedo a la herramienta: un nuevo vínculo con la IA.

¿Por qué le tenemos tanto miedo a la inteligencia artificial? Tal vez porque llegó demasiado rápido, sin pedir permiso, y nos puso frente a preguntas que no estábamos preparados para responder. La IA despierta un miedo particular, un miedo que mezcla desconfianza con la sensación de no estar a la altura. Detrás de esa inseguridad suele esconderse el temor a quedar afuera, a no entender lo suficiente, a ser superados por una herramienta que parece saber más que nosotros. También toca algo más profundo: nuestra identidad profesional. De pronto, surgen dudas como “¿qué lugar ocupo si una máquina puede hacer parte de lo que hago?”. Ese miedo no es tecnológico, es existencial. Y se potencia con la idea de perder control, alimentada por años de películas, titulares exagerados y discursos apocalípticos que nos metieron en la cabeza que las máquinas algún día van a gobernarlo todo. Pero negar la IA no la hace menos real ni menos útil. Al contrario: cuanto más la rechazamos, más sentimos que no...

¿Que tal si frenamos un rato?

-"¿Que tal si frenamos por un rato? Volvemos a tirarnos al pasto como cuando éramos pibes, a ver el cielo, a hablar de lo que nos pasa, o tal solo de lo que vemos. Me estalla la cabeza, y todo se genera, porque siento que siempre voy atras de las cosas. Me juega en contra el bocho, al saber que siempre va a quedar más por hacer o tal solo pensando. ¿Y cuál es el límite? ¿Hasta donde se aguanta con la cabeza quemada? La inercia del hacer, nos está borrando la parte del festejo. Obnubilada la mente deseosa, en su mayor esplendor, en su mayor ansiedad, de querer saber siempre lo que viene, y no ver mi que está pasando. Lo que me pasa, lo que te pasa. Y ahí es donde un lápiz y un papel, puede ser el mejor freno, un párate, un atajo hacia yo mismo. Sonrió al recordar que en todos los recuerdos que tengo estuve presente. Deseo con ansias que yo maneje mi vida, y que ella no me maneje." - Capaz que sí, que hace falta frenar. Frenar sin culpa, sin pensar que dejar de correr es perder...

Enseñar entre ruidos: la docencia en un mundo que no se detiene.

La realidad de las aulas actuales pone en tensión la idea tradicional de que el conocimiento teórico es suficiente para ejercer la docencia en el nivel secundario. Hoy, los y las adolescentes transitan espacios profundamente transformados: aulas atravesadas por la hiperestimulación, el acceso irrestricto e instantáneo a información, y nuevas dinámicas sociales y familiares que modifican valores, modos de vincularse y expectativas sobre la escuela. En este escenario, la teoría pedagógica –aunque imprescindible– resulta claramente insuficiente. Los estudiantes crecen en un entorno saturado de estímulos, donde la inmediatez y la fragmentación de la atención son parte del paisaje cotidiano. Esto desafía directamente la tarea docente, que no solo debe transmitir contenidos, sino competir con un universo digital que opera con otras lógicas, ritmos y lenguajes. La dificultad para captar la atención de los adolescentes no es un problema de “falta de vocación” ni de “poca autoridad”: es una co...